El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, situado en los Pirineos aragoneses, es un espacio natural de gran relevancia ecológica y paisajística, declarado parque nacional en 1918. Su impresionante relieve, caracterizado por profundos valles, imponentes montañas y una rica biodiversidad, lo convierte en un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza, el senderismo y la escalada. El parque alberga ecosistemas de gran valor, con especies vegetales y animales únicas, así como formaciones geológicas destacadas, como el Monte Perdido, una de las montañas más emblemáticas de los Pirineos.

El Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, establecido por el Decreto 49/2015, es un instrumento clave para la conservación y gestión sostenible de este espacio protegido. El PRUG establece directrices y normativas para el uso del parque, asegurando la protección de sus recursos naturales y culturales, mientras que fomenta la educación ambiental y el disfrute responsable de los visitantes. Este plan abarca no solo el área del parque, sino también su zona periférica de protección, integrando aspectos como la regulación de actividades recreativas, la conservación de la biodiversidad, y el impulso de acciones para mitigar el impacto ambiental. Así, el PRUG busca equilibrar la conservación del patrimonio natural con el desarrollo sostenible de la zona, garantizando que las futuras generaciones puedan disfrutar de este invaluable entorno natural.